Cultura política en el Macizo Colombiano 1985-2004

Abstract

El Comité de Integración del Macizo Colombiano -CIMA, es un movimiento campesino constituido en 1991 con el propósito de mejorar la calidad de vida de las comunidades asentadas en el suroccidente colombiano, departamentos de Cauca y Nariño, en lo que hoy se conoce como Macizo Colombiano. Para el CIMA el concepto de calidad de vida integra tres variables fundamentales que posibilitan el desarrollo sociocultural y económico de los pueblos: el medio de vida entendido como el territorio, en la relación reciproca que debe establecerse entre la comunidad y el medio ambiente; el nivel de vida, referente al ingreso familiar y; las condiciones de vida, o los niveles básicos insatisfechos. Al graficar estas variables en círculos, da como resultado un punto de intersección donde confluyen las tres variables que determina el grado de crecimiento, desarrollo y concreción de Vida Digna, en el marco de la construcción armónica de una cultura de vida para el Macizo.

Objetivo que ha motivado el desarrollo de dinámicas organizativas desde sectores como el agroambiental, derechos humanos, educativo y cultural; siendo este último, el proceso liderado por los sembradores culturales el objeto de estudio del presente trabajo, en la idea de establecer la existencia de una cultura política en la región del Macizo, en el marco de la propuesta organizativa del CIMA. En este sentido, en el texto se desarrollan temas como: El CIMA y un pensamiento propio en el Macizo, articulado desde la existencia de formas particulares de sentir, pensar y actuar, motivadas a partir de la elaboración de nuevos significados de territorio, identidad, integración y movilización, imaginarios colectivos que han permitido la consolidación de una identidad maciceña. El papel de los procesos artístico - culturales en la trasmisión de un pensamiento propio, promovido desde los sembradores culturales como sujetos sociales y políticos que inciden con sus prácticas organizativas en la vida cotidiana de los pueblos, permitiendo la resignificación de conceptos culturales individualistas y paternalistas, en la formación política de mujeres y hombres concientes y consecuentes con sus contextos y desarrollos socioculturales.