La edad del sol

Abstract

La memoria es una guía, su importancia no precisa únicamente en lo que ha pasado, es el mismo porvenir que nutre lo que en este momento vivimos, lo que estamos hablando. La memoria está íntimamente ligada al origen de nuestra vida. Ese inicio es amor, y aún en las situaciones más precarias será milagro, porque la vida ofrece luz y calor, porque ese registro de felicidad es la estructura de nuestro ser, el sustento que multiplica la vida en donde haya ausencia, en donde se necesite una mano amiga. El encuentro es la esencia de la vida, es un tejer constante de los pueblos, pese a tanta incomprensión y a la incredulidad en nuestros adentros renace el asombro cuando nos miramos a los ojos y nos revelamos ciertos, cuando respetando nuestro ser lo mejor de nosotros ofrecemos. De forma natural como caracteriza el acto de la bondad y el afecto, se puede hacer de este paso por el mundo una celebración constante, bailando en armonía con esas inseparables: la belleza, la verdad, la justicia y la libertad.