Resumen:
Desde una perspectiva integral, la ciudadanía implica un compromiso recíproco entre el poder público y las personas. El primero debe respetar la autonomía individual, permitir y promover la participación política y brindar, en forma consistente con el desarrollo económico, posibilidades de bienestar social y oportunidades productivas. Las segundas deben contribuir con su participación en el ámbito público, haciendo aportes para enriquecerlo. En este sentido, la ciudadanía implica una ampliación del espacio público frente a la fuerza centrífuga que hoy tiene el espacio privado, coadyuvando con ello, en la formación de una sociedad más consciente sobre las responsabilidades tanto individuales como colectivas, respecto del conjunto de la organización social, espacios de deliberación y formación de acuerdos entre ciudadanos, y participación directa de ellos en la creación y disfrute de “bienes públicos” y “bienes de valor social”.
El fortalecimiento de la ciudadanía como participación efectiva de los actores sociales en los asuntos públicos es esencial para enfrentar el deterioro de la cohesión social. Por ello, con este trabajo se pretende posicionar sobre la agenda pública el desarrollo, la formulación e implementación de la política pública de juventud. Estudio de caso: Municipio de Silvia Cauca 2004-2007, como un insumo más para el debate sobre el tema.