Resumen:
Pensando en el que hacer del profesional de la enfermería y entendiendo que las actividades deben estar guiadas a generar espacios de cuidado, integridad física y funcional, se debe considerar la razón que hace congruente dichas acciones, es así como se debe entrar a comprender hacia quien va dirigido y cual es la verdadera motivación que lleva a tomar decisiones que correspondan a la solución de las necesidades de cada individuo.
Es en este momento, donde el profesional de enfermería juega un papel fundamental en cada servicio, permitiendo caracterizar la noción individual de la persona y hace de su situación un caso particular, en este proceso se genera una estrecha relación entre el enfermero y el sujeto de cuidado, relación que debe estar dirigida a no solo ver al sujeto de cuidado como un elemento aislado, si no considerarlo en la totalidad del conjunto de sus partes, como lo son, el núcleo familiar, su entorno biopsicosocial cultural, sus creencias y demás particularidades que justamente lo dotan de esas características individuales y crean una interacción particular entre el enfermero y el individuo.
Para el caso de los niños, las prácticas de autocuidado recaen directamente sobre su cuidador quien debe tener los conocimientos necesarios para implementar acciones que contribuyan al correcto desarrollo del niño que posteriormente iniciará sus propias prácticas de autocuidado, ahora bien, cuando estos niños presentan una afección de tipo cardiaco se modifica el estilo de vida de la familia por todo el compendio emocional y cuidados en salud a lo que conlleva la cardiopatía congénita.
Por lo tanto este proyecto tiene como propósito Identificar los conocimientos y prácticas de los cuidadores de niños de 7 meses a 6 años con patología cardiaca, desde los requisitos universales de autocuidado comprendidos en la teoría de Dorothea Orem, que acuden a consulta al Centro Pediátrico del Cauca, Popayán durante el primer trimestre de 2016.