Resumen:
El creciente consumo de energía en el mundo y la preocupación por los efectos dañinos que generan los gases emitidos por la utilización de combustibles fósiles en el medio ambiente, obligan a desarrollar nuevas tecnologías para la producción de mayores cantidades de energía con el menor impacto ambiental posible. En este sentido, la termoelectricidad propone una nueva manera de utilización de la energía sin generar ningún impacto negativo al desarrollo sostenible del planeta.
Los combustibles fósiles, principales fuentes energéticas en la actualidad, presentan graves problemas de contaminación ambiental debido a la producción excesiva de CO2 y otros gases. Las actuales fuentes de energía renovable, aunque satisfagan las necesidades energéticas y no presenten emisión de gases de efecto invernadero, generan relativamente poca potencia por lo que requieren grandes extensiones de terreno destinadas a la producción energética, como es el caso de los gigantescos molinos de viento y los paneles solares.
Otras fuentes renovables como las hidroeléctricas, aunque generan grandes cantidades de potencia, requieren la construcción de gigantescos reservorios lo cual implica la inundación de grandes cantidades de terreno, y como se observa actualmente en nuestro país, este tipo de construcciones además de afectar negativamente el ecosistema, atenta incluso con la estructura de las comunidades que se ven obligadas a enfrentar el destierro y el desplazamiento forzoso.
La termoelectricidad propone un mayor aprovechamiento de la energía que de otro modo se desperdicia en un proceso a partir de conversiones térmicas a eléctricas, su mayor aplicación se logra en la construcción; bombas de calor, sistemas de refrigeración tales como: células Peltier y componentes de estado sólido. Actualmente se trabaja para encontrar materiales que permitan un coeficiente de mérito Z que superen los valores de 2- 2.5 para competir satisfactoriamente con mecanismos que trabajan con refrigeración y calefacción bajo otros principios físicos que resultan inadecuados a la hora de pensar en el sostenimiento ambiental y la economía.