Resumen:
Nos encontramos actualmente en una época en la que los pavimentos viales están sometidos a exigencias cada vez mayores. El fuerte incremento de los volúmenes del tráfico, cargas más pesadas y mayor presión de los neumáticos son factores que contribuyen a un deterioro más rápido de las capas de rodadura. Las consecuencias son problemas como: el ahuellamiento (o acanalamiento) por deformación plástica del ligante bituminoso, rotura por diferencias térmicas y también por fatiga, así como el desprendimiento de agregados. La incidencia de estos problemas se ha podido reducir considerablemente mediante el empleo de asfaltos o ligantes modificados con polímeros en general: elastómeros, plastómeros, entre otros.
Esta investigación está dirigida a modificar el asfalto con un tipo de polímero denominado polietileno de baja densidad, reciclado a partir de bolsas plásticas de uso doméstico, con el propósito de mejorar las propiedades reológicas y químicas de modo que garantice la durabilidad y la elasticidad al ser usados como cemento asfáltico.
El asfalto modificado con el polímero tipo polietileno de baja densidad, contribuye a elevar la vida útil del pavimento, como también a disminuir los costos de producción y además constituye una alternativa de reciclaje que ayudaría a disminuir en cierto grado la contaminación ambiental por residuos poliméricos ya que no tienen desactivación inmediata.
El material después de aditivado y almacenado puede presentar una separación entre el asfalto y el polímero agregado, por ello se busca que el asfalto y el tipo de polímero utilizado sean compatibles, para lo cual se le practicará al nuevo material pruebas químicas de estabilidad, empleando la técnica de cromatografía líquida de columna (Norma ASTM D-2007) con el propósito de observar los cambios en los componentes: Saturados, Aromáticos, Resinas y asfáltenos (SARA) presentes en el asfalto, prueba que se efectuará antes y después de aditivarlo. Además al nuevo material con ayuda de las técnicas espectroscópicas: Espectroscopia Infrarroja por Transformada Rápida de Fourier, UV-Visible, Microscopía de Fluorescencia y mediante pruebas físicas como capilaridad, viscosidad adherencia y penetración se le verificarán y analizarán los cambios que pueda presentar durante el almacenamiento.