Resumen:
Esta investigación se realizó con el propósito de reconocer el impacto causado al suelo por el manejo tradicional del cultivo de chontaduro (Bactris gasipaes K.) en Cuatro Esquinas (El Tambo-Cauca). Para ello se evaluó cuantitativamente de manera preliminar las alteraciones físicas, químicas y microbiológicas del subsistema edáfico, eligiendo 10 veredas, dos fincas por vereda y dos parcelas de muestreo por finca. La biota microbiana se valoró mediante el índice de diversidad (H´) de Shannon-Weaver (1949). Para el análisis estadístico se adoptó un modelo de bloques completos al azar en arreglo de parcelas subdivididas, la comparación se realizó mediante la prueba de Kruskal Wallis. La valoración ambiental del agroecosistema se realizó aplicando una lista de chequeo, la matriz de FEARO y un modelo fenomenológico, herramientas cualitativas de gran aporte científico y ambiental, ya que contribuyen con información fundamental para implementar procesos de gestión y planificación participativa del suelo y los agroecosistemas con un enfoque agroecológico.
Los resultados evidencian que el suelo asociado a este agroecosistema presenta una clara tendencia a la degradación, debido a inadecuadas prácticas agrícolas, ya que se encontraron suelos fuertes y muy fuertemente ácidos (4.5-5.2), con altos contenidos de Aluminio intercambiable, bastante pobres en fertilidad y en contenido de materia orgánica, con predominio de arenas. Además, se evidencia a escala microscópica pérdida tanto en variedad como en cantidad de poblaciones de microorganismos, lo que se atribuye a disminución potencial de las condiciones necesarias para favorecer el desarrollo y actividad microbiana; se encontraron hongos formadores de micorriza, interacción considerada como un gran potencial de resiliencia en el suelo, presentándose una alta colonización (89%), superior a los datos reportados para chontaduro (67%); además se encontraron hongos patógenos, asociados a la pudrición radicular. En este sentido, el comportamiento de las poblaciones microbianas constituye un adecuado bioindicador de calidad del suelo.
La valoración ambiental evidencia por una parte que el manejo agronómico del cultivo genera una alteración adversa y significativamente adversa en el agroecosistema, identificándose los siguientes tensores: toxicidad ambiental, pérdida de biodiversidad, degradación del suelo, alteración de la salud humana, alteración de la seguridad alimentaria y pobreza; por otra parte que el componente antrópico se comporta como si fuese un componente ajeno al sistema, ya que no hay un sentido de apropiación verdadero frente a los bienes ambientales de los cuales se abastece, olvidando la importancia de generar un manejo sostenible del agroecosistema.