Resumen:
Hoy día cuando la hipertensión arterial o enfermedad silenciosa aumenta, se hace más necesario adoptar nuevas estrategias para minimizar sus consecuencias; el tratamiento no farmacológico de la H.T.A mediante la implementación de un programa de actividad física con la comunidad plantea una serie de oportunidades como educadores físicos ya que se amplía nuestra experiencia frente al manejo de grupos con patologías como la H.T.A.
El ejercicio y la actividad física brindan una herramienta eficaz para minimizar los índices de sedentarismo y complicaciones cardiovasculares teniendo así una gran opción al tratamiento de enfermedades que son casi siempre progresivas. Con el planteamiento del programa se encontró una respuesta satisfactoria frente al tratamiento no farmacológico y un cambio en los estilos de vida, los cuales son un punto de partida para mejorar la calidad de vida, ya que la forma de contribuir a mejorar nuestra salud es creando buenos hábitos saludables, autocuidado y conociendo el ejercicio físico como una actividad importante en la vida de todo ser humano.
El sedentarismo gana día a día terreno, ya que por diferentes situaciones es complicado sacar tiempo para realizar actividad física o practicar algún deporte; factores como la obesidad, el tabaquismo, el alcohol y la mala alimentación influyen negativamente sobre la salud, deteriorando el bienestar social, afectando poblaciones como los adultos mayores, los cuales son vistos por muchas sociedades como una población inactiva, sin desconocer que existe una toma de conciencia frente a la importancia de brindar espacios de trabajo dirigido con personal idóneo que atienda las necesidades que a esta edad se presentan.