Resumen:
La construcción de saberes para la vida es el resultado de la relación sistemática entre la teoría y la experiencia, (Díaz, 2009) sin embargo no todos los procesos con fines educativos tienen en cuenta esta relación en el desarrollo de sus prácticas y en ausencia de esta, el aprendizaje carece de significado; es decir, cuando los conocimientos conceptuales se presentan a los educandos de manera descontextualizada.
Tal planteamiento desarrollado en el campo aplicado, dio lugar a la formulación del proyecto
“La Huerta Espacial: Sembrando Semillas, Cosechando Saberes”, dentro de un contexto rural donde se trabaja la agricultura y en una institución educativa que contaba con una huerta escolar sin un aprovechamiento adecuado. Por ello, las prácticas educativas se desarrollaban articulando los conceptos de las Ciencias Naturales y la Educación Ambiental con el trabajo de campo en la Huerta Escolar, con el objetivo de generar un laboratorio vivo que permitiera aprender socializando, interactuando, palpando, sintiendo, conociendo y viviendo cada concepto del currículo en la vida misma de los niños.