Resumen:
Hemos estado aprendiendo sobre economía, como aquella disciplina del conocimiento que pretende utilizar recursos, materia y energía para la resolución de necesidades materiales sociales y garantizar la capacidad de sobrevivir; procurando bienestar para todo aquel participante y perteneciente al grupo de personas que emplearon trabajo en su consecución. Hemos creído que el bienestar es un estado al que se llega cuando las necesidades están resueltas, cuando cada agente productivo ha logrado construir un techo y garantizar el alimento para sí mismo y su familia; y hemos supuesto que este bienestar es un fin estático que se obtiene con constancia y qué una vez obtenido nada nos lo puede arrebatar; y muchos hemos creído por mucho tiempo que más allá del bienestar no hay nada, que la extensión de este es constante y qué podemos garantizarlo si y solo si seguimos las reglas del mundo, es decir, si consumimos todo lo que se nos ofrece, si adquirimos todo lo que se nos muestra, si producimos y vendemos sólo lo que se nos pide, si olvidamos quienes somos y de dónde venimos para transformarnos en lo que nos dicen que está bien ser.
Las manifestaciones de autoconocimiento son cotidianas y naturales; y a partir de ellas es que muchas personas, desempeñándose como agentes activos en sus comunidades, han optado por valorar lo que les rodea, a sus compañeros, sus paisajes, su música, sus modos de ser y hacer, su arte, sus maneras de contar y comunicarse, sus maneras propias de ver y construir el mundo; y sobre todo, han tenido la fe y el entusiasmo para llevar todo aquello que aprecian más allá de sus fronteras, creyendo con tesón y firmeza que aquello único que afirman diariamente puede compartirse y ofrecerse, y puede brindar alegría y bienestar a todo aquel que lo sepa recibir y conocer. Compartiendo este ánimo, este documento expone y visibiliza algunas experiencias e iniciativas que nacidas desde los lugares más comunes e insospechados del departamento del Cauca han generado bienestar, sembrado alegría y dado en qué creer a cientos de personas que ahora ven en sus tierras y en sus comunidades el potencial, la capacidad, la fuerza y demás condiciones para afirmar a sus pueblos y seguir guiando a las nuevas generaciones hacia un trato más armónico y respetuoso con la naturaleza y sus semejantes.