Resumen:
El modelo pedagógico que se desarrolló desde el programa Viva la Escuela es el modelo de aprendizaje dialógico, que está encaminado a apoyar la implementación de estrategias, didácticas y pedagogías, para aumentar la capacidad de aprendizaje en la enseñanza, transformar y optimizar la convivencia entre los niños y niñas, de la cual todos puedan aportar, participar y proporcionar sus propios conocimientos, además de interaccionar equitativamente.
El acompañamiento en la institución de la práctica pedagógica, se realizó en el Centro Educativo Rural (CER) la Colonia, sede Terebinto en el departamento de Norte de Santander municipio de Bochalema; desde la modalidad de práctica profesional, llevándose a cabo durante tres meses, en la que se pretendió aportar a los procesos de aprendizaje a través de la utilización de las estrategias didácticas, donde metodológicamente implementó el uso de diálogos, encuentros e intercambios culturales de saberes y conocimientos. Lo anterior contribuyó a que se pueda hacer partícipe a la comunidad educativa en las diferentes actividades y que se lograra promover la discusión, debates, análisis y reflexiones en aras de mejorar las diferentes problemáticas de carácter pedagógico que se pudieron encontrar en la institución, promoviendo el querer aprender hacia el estudio de los niños y niñas.
De igual forma, se buscó fortalecer la comunicación entre estudiantes, profesores, familias en donde el aprender – haciendo, llevó a la generación, innovaciones en el plantel educativo, en donde la participación e inclusión entre escuela y comunidad permitieron la articulación de nuevos saberes, que se complementaron con el desarrollo de las actividades mejorando aspectos académicos, personales y laborales.
Por último, se consideró a la educación como derecho fundamental pues según el artículo 67 de la Constitución Política de Colombia establece que: “la educación es un derecho y servicio público”. Donde se garantice el acceso a la misma que todos y todas asistan en estos establecimientos hasta que culminen sus etapas, teniendo en cuenta que sea permanente en todos los niveles y de calidad donde puedan ampliar sus competencias y saberes, que faciliten su convivencia sin importar las condiciones ya sean étnicas, culturales, sociales, económicas, entre otras.