El conflicto armado en Colombia ha generado distintas expresiones de violencia en los territorios y sus poblaciones, involucrando a diversos actores civiles, gubernamentales, fuerza pública y grupos al margen de la Ley. Dicha situación ha puesto en la agenda pública de todos los gobiernos a una población prioritaria que intenta continuar su proyecto de vida. Es a las víctimas a quienes el Estado les debe la garantía de velar por sus derechos y de reparar aquellos que les han sido vulnerados.
A su vez, es pertinente indicar que los efectos del conflicto armado se han desarrollado en mayor nivel en los espacios geográficos rurales, donde se registran asesinatos, masacres, secuestros, desplazamiento forzoso, despojo forzoso, desaparición, extorsión, esclavitud sexual, abuso sexual y hostigamientos, generados por enfrentamientos entre actores armados al margen de la Ley y Fuerza Pública; dejando a junio de 2019 un reporte de 8.463.875 víctimas ante el Registro Único de Víctimas a nivel nacional. (RUV, 2019)
Mientras que el conflicto interno cobra una amplia cantidad de personas que han padecido la vulneración de sus derechos, en el contexto local son varios departamentos los afectados en mayor proporción por diversos factores, entre esos el Departamento del Cauca, que se caracteriza por ser escenario de acciones bélicas, padeciendo por años y de manera desmesurada las consecuencias de la violencia, para el año 2020 sumaba un total de 362.031 víctimas (RUV,2020), que además pertenecen a comunidades vulnerables y minorías. Este ente territorial se caracteriza por una población pluriétnica con una composición de campesinos, mestizos, indígenas y afrodescendientes, su geografía física en la mayoría de sus 42 municipios es de carácter rural y la mayor urbanidad se concentra en la capital, Popayán.
The Colombian armed conflict has generated different expressions of violence in the territories and their populations, involving various civil, governmental, public force and illegal groups. This situation has placed a population on the public agenda of the various governments. priority that tries to continue his life project: the victims, to whom the State owes the guarantee of ensuring their rights and repairing those who have been violated.
In turn, it is pertinent to indicate that the effects of the armed conflict have developed at a higher level in rural geographical spaces, where murders, massacres, kidnappings, forced displacement, forced dispossession, disappearance, extortion, sexual slavery, sexual abuse and harassment, generated by confrontations between armed actors outside the Law and the Public Force; leaving as of June, 2019, a report of 8,463,875 victims before the National Registry of Victims. (RUV, 2019)
While the internal conflict claims a large number of people who have suffered the violation of their rights, in the local context several departments are the ones affected to a greater extent by various factors, including the Department of Cauca, which is characterized by being the scene of warfare, suffering disproportionately for years from the consequences of violence, for the year 2020 there were a total of 362.031 victims (RUV, 2020), who also belong to vulnerable communities and minorities. This territorial entity is characterized by a multi-ethnic population with a composition of peasants, mestizos, indigenous and Afro-descendants, its physical geography in most of its 42 municipalities is rural in nature and the greatest urbanity is concentrated in the capital, Popayán.