Resumen:
De la práctica pedagógica investigativa se asumió como un escenario de enseñanza y aprendizaje para la docencia y se trabajó, con los niños de grado cuarto de primaria: la expresión musical, a través de elementos de material reciclable. Con el fin de aportar a la formación de la expresión artística y la concientización sobre el medio ambiente, se realizó diversas actividades con los niños y algunos comuneros que trabajan en el reciclaje. Por otro lado, el ambiente fue un vínculo con el Plan de Comunitario y de memoria indígena de los descendientes del alto Naya que hoy ocupan Kite Kiwe (Tierra floreciente). Así que se propuso no solo como una práctica temporal, sino como un proceso continuo de trabajo de grado, en el que se buscó nuevos encuentros con la comunidad y su coordinador Líder Social, José William Rivera para gestar un pensamiento a través de las diferentes formas del arte, que son a su vez una forma de “resiliencia” y pervivencia de un pueblo que gesta la escuela.
Por tanto, el título del trabajo se denominó el “El arte de los que sobran” que permite mostrar la relación con el contexto histórico, no solo como una mera práctica de los saberes académicos sino con una relación de trasfondo de trabajo social y creativa que muestra una memoria viva de una escuela en el sur de Colombia en el Cauca, en una escuela rural y marginal donde los recursos estatales no llegan y se gesta la educación gracias a los líderes sociales.