Resumen:
El almacenamiento es uno de los elementos básicos dentro de la cadena productiva y, aunque puede ser considerado como una actividad secundaria, soporta un importante porcentaje de la inversión destinada a la logística. El correcto manejo de inventarios en los almacenes evita que cualquier fluctuación, en alguna fase del proceso, altere la regularidad del ritmo de producción, además de neutralizar los desequilibrios que se puedan producir entre abastecimiento y producción, o entre producción y consumo, lo que demuestra claramente que los almacenes de salida o de ventas (Clientes) son tan importantes como los de entrada o materia prima (Proveedores).
El sistema de almacenes integrado dentro de la cadena logística está muy ligado con la planificación y la programación de la producción, así como con el transporte y, más allá del sistema logístico, con el Departamento Comercial y el Económico-Financiero, siendo aquí donde se brinda las condiciones apropiadas a las diversas mercancías, antes de su distribución.
El aseguramiento de la calidad involucra no solo parámetros inherentes al proceso de producción, en cuanto al proceso de transformación, sino que va más allá, se encarga de que los productos lleguen en óptimas condiciones físicas, químicas y microbiológicas hasta el consumidor final. El plan de manejo de los insumos y de los productos almacenados proporciona una serie de factores que, enfocados de diferentes maneras, pueden representar riesgos o beneficios económicos y comerciales para la empresa.