Resumen:
Esta propuesta de creación responde a los cuestionamientos que hago sobre las percepciones del cuerpo a partir de mi cotidianidad. El proceso creativo se desarrolla en el campo de la cerámica bajo un interés técnico y conceptual, el cual aborda el tema de la identidad.
El arte siempre ha estado en mi vida. Aunque no fuese consciente de ello, apareció como un gusto, un placer y una pasión por el hacer, convirtiéndose en una permanente necesidad; sin embargo, debo decir que el arte también se ha vuelto un nudo en mi garganta, ya no puedo hacer algo sin pensar, pienso en lo que veo y pienso en lo que recuerdo, recuerdos de infancia y evocaciones que detonan incertidumbres e inconformidades en mi actualidad.
Las piezas en las que trabajé son constantes evocaciones a los tiempos y espacios vividos. Los recuerdos son para mí intersecciones entre pasado y presente que se manifiestan como ambigüedades acerca de “lo bueno y lo malo” cuestionando así, mi propia identidad. La cual es modelada por ámbitos contextuales como: la educación, la crianza y la relación que he tenido con las personas a mí alrededor, relaciones filiales, fraternales y sociales que directa o indirectamente me han permeado y permitido reflexionar sobre mis experiencias de vida.
Entiendo estas piezas en cerámica como desarrollos formales, subjetivos que se presentan a partir de vivir el acto creativo de forma más sincera y genuina. Trabajé el barro recordando y manifestando mis intereses, por los que he sentido afinidad, pero desagrado también, los que me han hecho más sensible; conformando a partir de fragmentos composiciones figurativas e imaginarias en las que el cuerpo se plantea como principal objeto de estudio en relación a lo orgánico, la evolución y la degradación que ocurre naturalmente.