Resumen:
La herencia transgresora y angustiante del arte, permitió una tolerancia social de los trastornos mentales, donde es cada vez más frecuente encontrar diagnósticos de desórdenes mentales en el rol y entorno de los cuerpos no sólo de los artistas sino de cada uno de los miembros de esta sociedad; tal parece que todos los seres humanos tenemos un temor acrecentado a la enfermedad y al deterioro del cuerpo reflejándolo en el arte y en todas las demás expresiones de la sociedad, convirtiéndolos en obsesiones y manías relacionados con la destrucción y reconstrucción del cuerpo propio, ajeno o divido y que desemboca en un sin número de crecientes enfermedades obsesivo compulsivas relacionadas con la belleza, la apariencia corporal, el consumismo y la negación del cuerpo. La negación hace real al Otro porque desarrolla en los individuos comportamientos febriles de carácter esquizo; enriqueciendo el concepto de locura donde la aparición y la aceptación del Otro desata imágenes obsesivas y percepciones delirantes que convierten la producción plástica en esquiza, potencializando existencialmente la proliferación de personalidades y que en mi investigación me permiten desarrollar complementaria y vivencialmente las estructuras complejas y obsesivas de mis dibujos a partir de la presencia del Otro.
Escribir, hablar y crear sobre la melancolía, la esquizofrenia o algún otro trastorno mental, solo tendría sentido para aquellos quienes son aquejados y saturados por la locura; la esquizofrenia de la que hablo es el fruto de la melancolía, del agobio, de la tristeza y de la sintomatología de la enfermedad, lo que convierte estos textos y mi producción plástica en una narrativa estética que relaciona el conflicto del cuerpo con el proceso compulsivo de los artistas en su proceso de creación.
El concepto de locura a través de la historia se impregnó y modificó por temores, obsesiones y angustias sociales de cada época; con la ayuda de las ciencias médicas y psiquiátricas adquirió términos patológicos que van desde enfermedades mentales graves, depresiones severas, trastornos conductuales y de personalidad a trastornos orgánicos ocasionados por el déficit, la enfermedad y división del cuerpo, proyectándose en cada forma artística como nuevas realidades que hablan del entorno caótico actual.