Resumen:
La ciudad como objeto de estudio y las estrategias del arte por incorporarla como forma de pensamiento estético, donde el cuerpo del transeúnte (a través de los recorridos), estructura una serie de rizomas que van desencadenando toda una serie de percepciones e imaginarios, es la línea de investigación que quiero desarrollar en este trabajo de grado.
Aspectos como la observación y la memoria nutren de manera importante mi sensibilidad de sujeto-artista otorgándole categorías semióticas y valores simbólicos a los elementos constitutivos que componen la ciudad. La ciudad representa un paisaje hecho por capas donde confluyen relatos, historias y sobre todo una estructura visual, como una especie de piel, donde se hacen visibles los elementos arquitectónicos de ese cuerpo: calles, casas, edificios, andenes, postes, redes eléctricas etc.
Lo importante como trabajo de campo dentro de la ciudad son los recorridos. Los recorridos me permiten reflexionar frente a conceptos de espacio-tiempo y la relación física del cuerpo frente al uso de los sentidos. El paisaje urbano se puede observar, oler escuchar, pero en definitiva lo que le interesa al cuerpo es habitarlo con el objetivo de transformarlo.
La ciudad en este orden de ideas se convierte en un ente con identidad propia, con capacidad de generar imaginarios urbanos, mitos, símbolos y una puesta en escena de su particular estética. El concepto de una estética urbana es bastante complejo pues no solo se refiere a lo que está en la superficie y es visible: calles, casas, edificios, postes de alumbrado público, carros o personas, también se refiere a los imaginarios que habitan en el deseo de los sujetos.