Resumen:
Un sinnúmero han sido las prácticas que la humanidad desarrolló y adoptó a lo largo de su devenir histórico y social, y muchas de ellas han sido transformadas a causa de los descubrimientos científicos, los acercamientos geográficos y los cambios en las velocidades de los tiempos sociales. Sin embargo, existe una que a pesar de las transformaciones en su modo, perdura en la base de su esencia para el ser humano como sujeto social: vestir el cuerpo.
Y aunque vestirnos dejó de ser tarea de los núcleos sociales, con el tiempo pasó a dar vida a tantas especializaciones como fueran necesarias para poder llegar a nuestras manos y cubrirnos.
Aquí es donde llegamos al título de este trabajo investigativo, “Un acercamiento antropológico a la economía política del vestido en la plaza de mercado Sur de Popayán, conocida popularmente como La Trece”, el cual comprende cinco capítulos, que pretenden acercar al lector a los elementos que convergen en el vestido y su encuentro con las personas y el mercado.
Un primer y segundo capítulos para conocer la plaza de mercado y mirar al comerciante con sus mercancías al interior de la ciudad. Una ciudad que se mueve y habla a través de la memoria y su apropiación de espacios para construirse, crecer y avanzar. Con el tercer capítulo, es ver el vestido desde los diferentes tiempos y, encontrar como el símbolo siempre está presente atravesando y permeando el cuerpo como queriendo colonizar a la inversa —el cuerpo adecuándose al vestido—Un capítulo que nos invita a reflexionar sobre cómo el vestido incita a ‘detener’ la mirada ante las pretensiones de poseer y llenar —quizá— los deseos inacabados.
El cuarto capítulo, pretende mostrar el paso del vestido entre la suntuosidad de las luces y una pasarela a la mirada expectante de una vitrina, para llegar a la espectacularidad que da el pregón para ser visto. Por ello, con el quinto y último capítulo, llegamos a la necesidad de observar cómo las relaciones que se crean entre las producciones, los grupos humanos y el capital, se entrelazan en la medida en que existe la búsqueda por subsistir y permanecer. Y en esa medida, las personas a veces de manera inesperada deben virar sus caminos, formas y métodos de operar instrumentos, materiales y todo su mundo alrededor como ejercicio de su economía política personal, local y global.
La plaza de mercado Sur de la que trata esta tesina, no es la excepción. En su interior, lo vemos con cada elemento que cubre el cuerpo, cada forma de vender y exhibir, cada adaptación a las maneras de percibir los cambios; cambios que se perciben de forma global y se sienten de forma local, porque más temprano que tarde, los movimientos del mundo se trasladan a todos los rincones y es ahí cuando encontramos un sinnúmero de estrategias —en todas las áreas y disciplinas— para moverse a la par del mundo y la sociedad.
Las trayectorias de esa economía política del vestido, atraviesan disciplinas, personas y capitales, todas ellas de manera global, y se instalan en un punto diminuto del mapa: “una plaza de mercado”. Este lugar emblemático revela al vestido sin la parafernalia del torbellino de luces, andamios y vitrinas comerciales de alto rango, que le revisten de poder propio, para llevarle a una zona donde se puede apreciar la desnudez del vestido frente a un público que ostenta otro sistema axiológico de telas, adornos y diseños.