Resumen:
El propósito de la investigación propuesta es terminar este análisis politológico desde el caso de las ejecuciones extra judiciales, el sistema del “falso positivo” tiene un arraigo social muy hondo. Echa sus raíces, no en el sólo término, sino en el hecho social de los desechables. “El Desechable” es una persona humana cuya vida no tiene un valor en sí misma sino un valor de cambio; vale por el precio que se pueda cobrar por ella. En un momento dado, ese precio puede medirse en dinero; en otro momento se puede medir en una ventaja militar ficticia sobre un adversario; en otro se puede medir en puntos acumulables para una condecoración militar o en méritos para unos días de vacaciones. Pero el valor comercial o de intercambio se apoya en una escala valorativa de los seres humanos de acuerdo a su posición económica y social; a su grado de instrucción; a su ajuste o integración al estatus quo; a su cercanía o distancia de los poderes dominantes; a su posibilidad de reacción o defensa frente a quienes lo mercantilizan. La existencia de “desechables”, una de cuyas expresiones masivas ha sido, en las últimas décadas, el “falso positivo”, interpela sobre los verdaderos valores constitutivos de la sociedad y del Estado; aún más, sobre las bases más estructurales de nuestra cultura, (Banco de datos de violencia política, 2011:214). En este orden de ideas es importante estudiar desde la ciencia política fenómenos sociales como el anterior desde autores como Agamben –quien a pesar de aportar una caja teórica de herramientas teorías para entender las relaciones de poder ha sido poco usado en la disciplina, y de aquí su importancia para la presente investigación.