Resumen:
El lenguaje se constituye en una habilidad esencial en la vida, dado que permite expresar pensamientos, ideas y sentimientos en diferentes contextos de manera individual y colectiva, siendo la intencionalidad comunicativa la herramienta esencial para cumplir con este propósito. Por esta razón, reconocer sus manifestaciones desde los primeros años de vida, permite proyectar mediaciones para su desarrollo y con ello favorecer la comunicación y el aprendizaje. Objetivo: describir las manifestaciones de la intencionalidad comunicativa en niños de 4 años, en dos formatos de actividades en un Centro de Desarrollo Infantil de Popayán. Metodología: corresponde a un estudio de metodología cuantitativa pero que usó recursos cualitativos como la observación y los diarios de campo, para facilitar la recolección de datos en dos formatos diferentes de actividades en el aula. Resultados: se logró identificar que aunque los niños y niñas no son abiertamente comunicativos, la actividad de juego de construcción favorece la aparición de manifestaciones comunicativas a través del uso informativo, regulador y personal del lenguaje, a través del lenguaje oral y del no verbal. Conclusión: las manifestaciones de intención comunicativa se hicieron evidentes por medio del uso de funciones del lenguaje, las actividades de juego promueven la participación de los niños de forma autónoma y propositiva en la utilización de dichas funciones. Los centros de desarrollo infantil y otros lugares que concentren niños deben promover el uso del lenguaje como un dinamizador del aprendizaje y la relación con su entorno.