En el municipio de Dagua, en el departamento del Valle del Cauca, hay dos salas de lectura destinadas para la primera infancia: una está ubicada en el área urbana del municipio y la otra en la vereda Santamaría. Ambas son atendidas por promotoras de lectura que llegan también a escuelas y a casetas comunales. Partiendo de que en la ruralidad de Colombia la oferta de servicios del Estado es escasa, o al menos insuficiente e insatisfactoria, a través de este estudio se busca comprender y dar a conocer la experiencia de promoción de lectura en la ruralidad de este municipio, mediante la caracterización de esta práctica y el análisis de las valoraciones y percepciones que tienen sobre la misma las promotoras de lectura, los niños, niñas, madres, padres, líderes comunitarios y aquellos funcionarios que tienen alguna relación con la sala de lectura de la vereda.
Como se parte de la premisa que la promoción de lectura es una práctica social y, por ende, una práctica educativa, porque en toda acción social se aprende y se enseña; se avanza palabra a palabra para descubrir cómo aporta al desarrollo comunitario enmarcándola en el campo de la Educación Popular, pues el acto de leer lo fomentan promotoras de lectura tanto en salas de lectura como por fuera de ellas, con metodologías que rompen viejos esquemas y conducen a explorar los sentidos y distintos lenguajes como el arte, la literatura y el juego; pero, sobre todo, lo promueven con su energía vital que es el primer texto que leen los niños y las niñas.
In the municipality of Dagua within the department of Valle del Cauca, there are two reading rooms intended for early childhood: one is located in the urban area of the municipality and the other is located in the Santamaría village. Both are attended by reading promoters who also perform outreach to schools and community centers. As in Colombia’s rural areas, state-supplied services are scarce, insufficient and unsatisfactory, this study seeks to understand the experience of reading promotion in the rural areas of the municipality through the study of this practice and the analysis of the values and perceptions of reading promoters, children, girls, mothers, fathers, community leaders have as well as officials who collaborate with the village reading room.
As part of the premise that the promotion of reading is a social practice and all social practice must be educational, this study aims to discover how it contributes to community development by framing it in the field of popular education; since reading promoters encourage the act of reading both in the reading room and outside it through methodologies that break old schemes and lead to the exploration of different methods of communication such as art, literature, games and sensory exploration; but, above all, it encourages reading with its vital energy, which is the first text that boys and girls read.