Resumen:
El presente estudio tiene como objetivo evaluar dos hipótesis relacionadas con los cambios en las vasijas cerámicas empleadas por los grupos humanos prehispánicos asentados alrededor del municipio de Cajamarca, Tolima, desde el año 500 a.C. al 1550 d.C. Estos cambios en la cerámica fueron documentados por Héctor Salgado y Alba Gómez (2000) en su investigación en el sector de La Línea, también en Cajamarca. Dichos cambios consistieron en la variación en las formas, en los espesores de las paredes de las vasijas, en el tamaño de las vasijas y el material empleado como desgrasante. Salgado y Gómez interpretaron estos cambios como el resultado de factores demográficos y de la producción agrícola, pero sin indicar en qué consistieron estos fenómenos demográficos y productivos, ni proporcionar evidencia de que realmente ocurrieron.
Estas son las hipótesis que pueden evaluarse de acuerdo con el alcance de esta investigación. La primera consiste en que los cambios cerámicos son el efecto del aumento del tamaño de las unidades familiares (un cambio demográfico). Cambio que podría motivar a la producción de vasijas más grandes para cocinar y una mayor cantidad de recipientes para servir. Si bien ‘cambio demográfico’ puede implicar diferentes fenómenos, se evaluó si hubo un aumento o disminución de la población regional y del tamaño de la unidad residencial entre el periodo temprano y el tardío. Los resultados obtenidos, aunque no concluyentes, indican que no hubo un cambio demográfico regional, si se toma el número de tambos ocupados por periodo; pero el tamaño de la unidad doméstica inferido por el tamaño de los tambos de vivienda, presentó una importante variación de un periodo a otro. Además, entre periodos se presentaron diferencias en las cantidades de recipientes para el servicio de alimento. Si bien correlación no implica causación, los resultados parecen indicar que hubo una relación entre el aumento del tamaño de la unidad doméstica con el cambio cerámico, fenómenos que posiblemente cambiaron al mismo tiempo (Salgado y Gómez 2000).
Una segunda hipótesis corresponde a un posible incremento de la producción agrícola, esta última derivada por un cambio en la preferencia por suelos más fértiles, bajo el supuesto, que para producir más por unidad de área el agricultor busca tierras con mayor fertilidad. Esta hipótesis se evaluó de dos maneras: a partir de la distribución de los tambos respecto a las mejores tierras de la región y el número de vasijas para almacenaje. Para el primer caso, se esperó que hubiese cambios significativos en la distribución de los tambos respecto a la tierra fértil; y para el segundo, se cuantificó cambios en la cantidad de bordes de las vasijas para el almacenamiento y el grosor de las paredes de dichas vasijas.
Los resultados arrojados indican un cambio en el patrón de asentamiento entre el periodo temprano al tardío en la ubicación de los tambos respecto a las mejores tierras de la región. Adicionalmente, los asentamientos más grandes se localizaron en las tierras más productivas de la región y estos asentamientos presentaron mayor cantidad de vasijas de mayores tamaños para el almacenamiento. Sin embargo, para este último caso, la diferencia en la cantidad de bordes de vasijas para el almacenamiento no fue muy significativa.
Aunque el cambio en la cerámica de un periodo a otro pudo ser causado por diferentes tipos de factores, en esta monografía se indica que el tamaño de la unidad doméstica y la necesidad de producir más alimento pudieron haber jugado un rol relevante en dicha transformación.