Resumen:
La resolución de problemas en el área de las matemáticas es un campo en el que se han centrado autores como Pólya, Schoenfeld, Guzmán, entre otros, dado que corresponde a la corriente pedagógica del aprendizaje significativo. Una respuesta probable a esto es un aporte en los procesos formativos porque el estudiante puede desenvolverse en cualquier situación, pues a través de la búsqueda de una posible solución este asume su aprendizaje transformándose en un sujeto activo y el docente participa como guía en la dinámica final.
Fortalecer la resolución de problemas con los estudiantes implica realizar tareas que exigen procesos de razonamientos que van de lo simple a lo complejo o viceversa, puesto que no es simplemente una actividad asociativa y rutinaria. Resolver problemas es entonces, reconocer, describir, organizar y analizar los elementos que lo constituyen para crear estrategias que permitan obtener una solución o respuesta de forma lógica y asertiva. Este estudio se realizó con a través de una estrategia que usa el calendario matemático como herramienta esencial para avanzar en la comprensión de la resolución de problemas. Su desarrollo se hizo desde el paradigma cualitativo, en el enfoque crítico social, según el diseño metodológico de la investigación acción (I.A.) (Kemmis), que se ejecuta en cuatro fases: planificación, observación, acción y reflexión, para luego de ser aplicada se presente la evaluación de la misma teniendo en cuenta el análisis de las categorías emergentes como lo son: primera; “enfrentando mis miedos con los problemas”, en la que se presentan los propósitos de la enseñanza de la resolución de problemas, la experiencia de los estudiantes al enfrentarse a un problema y la comunicación del docente con el estudiante en este proceso, segunda; “la puesta en escena de nuestro aprendizaje rompiendo barreras”, donde los estudiantes pierden el miedo a la resolución de problemas y socializan sus resultados con sus pares, además de que reflexionan sobre la importancia de escuchar al otro. La tercera categoría se denomina: “llevo mis conocimientos fuera del aula y proyecto mi institución”, esta describe como los estudiantes son capaces de enseñar a otros, compartir sus habilidades y generar inquietudes en la comunidad escolar. El desarrollo de la estrategia facilitó un cambio de mirada frente a la resolución de problemas, contribuyó a la relación entre estudiantes y docentes, se logró mayor apropiación de los conceptos y del lenguaje matemático al momento de resolver un problema, además de crear en la mayoría de estudiantes el hábito de resolver cada día un problema.