Resumen:
La pervivencia en la economía cafetera ha permitido el mejoramiento de la calidad de vida de quienes se han dedicado al cultivo del café, a pesar de los altibajos que ha presentado, es bien sabido que sigue siendo uno de los sectores de mayor impulso y relevancia al interior de la economía colombiana, especialmente en la región caucana. Tanto así, que en el 2013 llegó a las 90000 hectáreas sembradas. La alta productividad está asociada a la producción de la nueva variedad de café castillo, así como a la vocación hacia un mercado especial orgánico y los diferentes procesos organizativos que a través del café han fomentado el mejoramiento en la calidad de vida de comunidades locales; un camino que se ha tomado la mayoría de las veces en contracorriente de las ideas convencionales de lo que significa ‘desarrollo’ y ‘Revolución verde’ (Solís et ál, 2019).
En lo anterior se enmarca la Asociación Agropecuaria del municipio de Piendamó, AMUP, la cual ha unido campesinos de Piendamó y Cajibío para que se apoyen mutuamente en las fases de producción, distribución y consumo de sus productos (estando atravesada cada una de las fases por criterios de participación, integración, sostenibilidad, legalidad y equidad de género). Mantener y fortalecer este tipo de prácticas se hace vital en un contexto propio de la economía marginalista, en la que toman protagonismo el egoísmo y la acumulación, en donde deja de ser el centro el ser humano junto con su realización como individuo y como sujeto social, y pasa a ser un eslabón más de la gran cadena productiva que se integra a escala global, volviéndose ínfimo.
Por el contrario, organizaciones como AMUP reconocen a cada uno de sus miembros como personas heterogéneas con necesidades distintas, pero unidas alredor de la vida y de la permanencia en el territorio, lo que junto al desarrollo de la vida implica necesariamente vincularse a las prácticas productivas. El objetivo de la organización no es producir solamente, sino hacerlo de una forma sustentable de modo que se preserven los ecosistemas y que se desarrolle y/o fortalezca el tejido social entre sus asociados; AMUP es una apuesta por una economía integral entre sus asociados.
Es por esta razón que analizar los aspectos sociambientales y socioeconómicos que influyen en esta organización, así como también los aspectos de carácter organizativo, cobra un carácter relevante para que se visibilicen estas economías diferentes y se insista en la prioridad de la vida antes que el capital. A partir de este análisis se podrán proponer estrategias de fortalecimiento, según lo que se encuentre en el desarrollo de la presente investigación.
