Resumen:
En esta investigación primeramente se examina la procedencia genealógica de los juicios morales. Nietzsche postula que el bien y el mal fueron propuestos por una primera moral, que se estimó a sí misma como buena, a la que el autor llama la moral del amo. Por el contrario, aquellos débiles y enfermos para la moral del amo, son considerados como malos, pues su debilidad es indeseable, son individuos impotentes e incapaces de valorarse a sí mismos. Los primeros, como lo veremos en adelante, miembros de la raza noble poseían, mayor veracidad en cuanto a su carácter, y una superioridad fisiológica; en cambio, los débiles tenían otros presupuestos que mostraban su inferioridad, con lo cual surgía la envidia, el resentimiento. Con ello se origina en la historia humana enfrentamiento, ya que los malos desean invertir el orden de los valores, con el único propósito de llamarse ahora los buenos. Es decir, los débiles y miserables convierten precisamente su debilidad en un mérito, en una virtud, y ahora lo bueno es todo aquello que no violenta, que no agrede a nadie, que no ataca a nadie. Estas valoraciones brotan de una forma de hallarse en la vida y en la sociedad, y un recorrido histórico nos ilustra el proceso de la inversión de los valores, así como las implicaciones que se derivan, entendiendo que éstas dos formas de valorar la vida y el mundo tienen presupuestos totalmente diferentes.
En la segunda parte se intenta mostrar que originalmente la culpa no se basaba en ideas como el pecado, la transgresión moral, y los violadores de leyes; estas ideas son posteriores, como lo veremos en la medida que avancemos con nuestra investigación. Nietzsche formula que el término culpa proviene del muy material concepto "tener deudas". Para explicar dicha proposición, hace un recorrido histórico señalando que son las primeras formas de intercambio entre acreedores y deudores, que dieron lugar al término moral de la culpa. Con ello el autor expresa la tarea de liberar la culpa de esa designación contraria y negativa para la vida. Mediante este recorrido se indica el tratamiento que la sociedad ha hecho sobre aquel que quebranta los acuerdos sociales. Con la severidad de la pena se intenta que el individuo sea consciente de la vida fuera de la sociedad, su meta es hacer que el animal olvidadizo cree una memoria de voluntad y la conciencia, pues se quiere hacer del hombre un individuo hasta cierto punto uniforme, necesario, igual entre de los demás iguales, en una palabra, responsable.