Resumen:
En este trabajo, se propone analizar la materialidad del cuerpo sin vida en el marco de los procesos de transición social, en los que el cuerpo pasa de la vida a la muerte biológica y social. En dicho tránsito, ocurren rituales de paso y cambio de status; en tanto el ritual de la velación como del entierro, le dan una condición definida, a quien muere y a la familia, y al tiempo, permite a sus deudos iniciar los procesos de duelo, por la pérdida del ser querido. Para Tola y Panizo las personas tanto en la vida como en la muerte, crean relaciones y se construyen socialmente, por y desde el cuerpo, ya que es el medio que posibilita las experiencias que construyen dichas relaciones.
De otro lado, el orden de los capítulos, responde a los momentos de acercamiento con las labores y los/las interlocutores/as. En el apartado ¿Qué hacen los/las especialistas?, relato mostrando el trabajo que se espera realicen, y cómo éste se ve alterado por determinados imponderables del día a día. En el segundo capítulo, ¿Cómo hacerse especialista?, presento la forma en que lo hacen y cómo ,el choque frente al cuerpo sin vida genera cambios en las concepciones sobre el mismo, sobre la vida y sobre la muerte; a la vez que se propicia una apropiación de técnicas y formas de hablar, que posibilitan la creación de un profesionalismo impasible.
En el tercer capítulo, “Las rutas del cuerpo sin vida” planteo algunas categorías de cuerpo, y retomo categorías émicas, con la finalidad de entender en conjunto las posibles rutas del cuerpo después de la muerte física, y la manera en que cada especialista se ve implicado en dichos procesos. En las “Palabras finales”, reflexiono sobre nuestra relación con el cuerpo sin vida, y la importancia de reconocer aquellas labores asociadas al manejo y preservación de nuestros muertos.