Resumen:
La disponibilidad de servicios de saneamiento es un importante indicador de la
calidad de vida de una población. Todas las personas, por derecho, deben ser
abastecidas de forma segura, donde el recurso debe cumplir con las condiciones
establecidas en las normas nacionales para un agua apta para consumo humano;
libre de microorganismos y agentes patógenos, sin olor, ni sabor desagradable, sin
contenido de sustancias tóxicas, un agua sin color y sin turbiedad.
Las Plantas de Tratamiento de Agua Potable tienen como objetivo garantizar que
el líquido servido a la población sea de excelente calidad, por esto es importante
asegurar su correcto funcionamiento en cada una de sus etapas, ya que en
algunos casos la hidrodinámica de los procesos y operaciones unitarias que
intervienen en la depuración del agua es afectada por cortos circuitos hidráulicos y
la intensidad de mezclado lo que llega a producir un volumen no activo dentro del
sistema denominado zonas muerta (Morgan et al., 1997), parámetros hidráulicos
que afectan la eficiencia de la plantas si no cuentan con prontas medidas
correctoras. Por esta razón las Plantas de Tratamiento de Agua Potable deben
funcionar con la preocupación de dar óptimo rendimiento, para así conseguir un
comportamiento armónico y resultados efectivos en la prestación del servicio
(Capacho y Uribe, 2005).
Teniendo en cuenta algunas limitaciones que presenta actualmente la Planta de
Tratamiento de Agua Potable “Palacé”, debido al levantamiento del floc en los
sedimentadores cuando los caudales sobrepasan los 150 L/s a la entrada del
sistema de tratamiento, en el presente trabajo de investigación se dan a conocer
las conclusiones obtenidas a partir de una evaluación realizada en la misma, para
determinar el comportamiento hidráulico de sus unidades de floculación y
sedimentación, mediante la implementación de trazadores.