Resumen:
En el presente trabajo se evaluó el grado de toxicidad de los plaguicidas más utilizados en el municipio de Popayán mediante bioensayos con Bacillus subtillis, basándose en estudios realizados en los últimos años que demuestran la capacidad de resistencia, por parte de algunos microorganismos, contra sustancias tóxicas que amenazan su entorno, así como también la capacidad de biodegradar estas sustancias en compuestos menos complejos, gracias a su potencial adaptativo y a las necesidades metabólicas propias.
Para realizar este proyecto, se llevó a cabo una fase inicial, en la cual se estandarizó el protocolo para el crecimiento de la cepa Bacillus subtillis ATCC 6633. Posteriormente, se realizó el bioensayo mediante la técnica disco de sensibilidad, el cual consistió en analizar la toxicidad de los plaguicidas escogidos, según la inhibición del crecimiento de B. subtillis sobre la superficie del cultivo en caja, el cual se observó por la formación de un halo translúcido alrededor de la zona de aplicación del plaguicida sobre un disco de papel filtro. Cada plaguicida se evaluó a diferentes concentraciones, por encima y por debajo de las dosis de aplicación recomendadas para uso agrícola. Para asegurar la solubilidad total de los plaguicidas se empleó una solución de DMSO-glicerol en proporciones definidas. Como control de referencia positivo se empleó Oxitetraciclina, un antibiótico de amplio espectro del grupo de las tetraciclinas, eficaz en este caso para las bacterias empleadas en el estudio.
Los resultados obtenidos en la prueba, mostraron que, la mayoría de los plaguicidas a sus diferentes concentraciones ejercen efectos tóxicos sobre Bacillus subtillis. El plaguicida con mayor toxicidad fue el Manzate cuyos diámetro de sus halos de inhibición (en mm) tuvieron un promedio de (14.069 p= 0,00) seguido del Curzate (12.86 p=0.00) y Format (11.637 p= 0.00) todos pertenecientes al grupo de los funguicidas. Seguidos por los herbicidas que presentaron resultados considerados como de mediana toxicidad Tordon (9.548 p=0.00), Gramoxone (9.375 p=0.00) y Roundup (8.99 p=0.00) frente al Combo cuya toxicidad fue nula. Mientras los insecticidas fueron los menos tóxicos, solo el Lorsban (7.744 p=0.00) presentó toxicidad frente al Tamaron y Furadan, los cuales no tuvieron ningún efecto sobre B. subtillis. En cuanto a las concentraciones empleadas, la más alta (+1), fue la más tóxica (12,309 p =0,00) y la de menor concentración (-2) fue la menos toxica (9,212 p= 0,00). Por otra parte, se pudo demostrar la efectividad del bioensayo, como herramienta fiable en pruebas de toxicidad para plaguicidas.
