Resumen:
La acción de alimentarnos implica aportar al organismo los nutrientes que necesitamos para vivir. Por ejemplo, un banano aporta agua, vitaminas, minerales, hidratos de carbono, etc., que nuestro organismo utiliza para reabastecer la energía gastada, tanto en el desarrollo de las funciones vitales, como de las actividades cotidianas que realizamos. La totalidad de alimentos que ingerimos a diario debe cubrir los requerimientos de nuestro cuerpo y brindar componentes promotores de salud que aumenten el bienestar, así como las expectativas de vida. Esta ingesta diaria de alimentos, se conoce como hábitos alimenticios o prácticas alimentarias. En la actualidad, estas prácticas alimentarias distan de ser saludables y equilibradas, situación propiciada en gran medida por el elevado y constante consumo de productos ultra procesados, afectando la salud de las personas en general, sin ser una excepción los niños en la escuela. Este proyecto investigativo está orientado en indagar cómo desde el rol docente en las Ciencias Naturales, pueden identificarse estas prácticas alimentarias cotidianas de los estudiantes y realizar un proceso educativo que mejore la calidad de dichas prácticas.