Resumen:
En esta Práctica Pedagógica Investigativa denominada “CORPOREOGRAFIANDO MI CUERPO PARA DEJARME C.A.E-r”, el título es un juego de palabras que indica cómo un cuerpo que normalmente está dispuesto en la verticalidad se desdobla dejando ver sus mapas corporales en toda su dimensión llevando al cuerpo a experimentar una caída, que en este caso es una transformación de esa verticalidad en búsqueda de otras posibilidades corporales no lineales. El lugar donde hay que dejarse caer es un lugar donde existe la esperanza y el anhelo de que es posible una convivencia armónica que se encarne y que se quede incorporada en el cuerpo de quien habite ese lugar.
Esta PPI se centró en los grados de educación básica de 7º a 8º, en una primera etapa en horario extracurricular con estudiantes que estaban interesados en el proceso y en una segunda etapa con todos los estudiantes del grado 8º en sus jornadas regulares. Se realizaron talleres de corporeografía para contribuir a fomentar la convivencia armónica encarnada. Esta última puede considerarse como una de las formas más adecuadas para referirse a la apropiación del concepto por parte del cuerpo de cada estudiante. Es indudable que este trabajo tan solo fue un primer acercamiento en la investigación a la corporeografia como fundamento pedagógico; podemos considerar que consistió en una primera fase exploratoria, ya que es necesario generar procesos permanentes y de largo aliento para el desarrollo de la misma.
