Resumen:
El emprendimiento en Colombia, está concebido como la fórmula para la creación de fuentes de empleo y desarrollo. Se reglamentó mediante la Ley 1014 de 2006, buscando incentivarlo a través de diferentes estrategias enfocadas en la capacitación y el acceso a la financiación de proyectos para la creación de nuevas empresas, actividades que se realizan con el apoyo de instituciones como el Servicio Nacional de Aprendizaje –SENA-, Fondo Emprender, Alcaldías Municipales, Escuelas, Colegios, Universidades. Entre tanto en otros países como Méjico, India, África, incluso los bancos privados facilitan crédito a grupos vulnerables como madres cabeza de hogar, discapacitados y adultos mayores, para el financiamiento de actividades similares económicamente productivas, denominadas emprendimientos. Pero hay diferencias cualitativas que determinan al verdadero emprendedor desde el atractivo de poseer un negocio propio como el significado de supervivencia financiera (Schein, 1994, Solomon, 1989).
Al profundizar en el concepto de emprendimiento su definición misma y el análisis de diversos argumentos reavivan el carácter confuso de éste término el cual es usado en nuestro medio normalmente para definir a las personas que son exitosas como empresarios, sin importar el tamaño de su empresa, su actividad o fines.
A lo largo de las discusiones dentro del seminario de investigación, el cual origina el presente escrito, el término emprendimiento, se desligó de la exclusividad de las actividades económicas rentables e innovadoras – el empresarismo- y sin contraponerse, se impulsó el análisis de aquellas actividades de personas que sin ser empresarios son emprendedores, el conjunto de características que poseen constituyó el centro de los discursos, la profundización en una de ellas – la intuición - es el objeto del presente trabajo.