Resumen:
Los hechos que marcan profundamente nuestra memoria son heredados por innumerables testimonios, escritos e imágenes que hablan acerca de la experiencia en medio de la guerra, de la frustración e indignación de los miles de sobrevivientes a causa de está. A partir de estas experiencias pensar y reflexionar la guerra y la violencia es algo ineludible, los conocimientos acerca de la muerte aparecen por el síndrome de causa y efecto por lo ya mencionado, es decir, por el permanente contacto visual y narrativo que se desprende de víctimas, victimarios, y dolientes.
Las aproximaciones al cementerio permitieron profundizar en el silencio del otro de una forma directa y real, al mismo tiempo localizar y focalizar los medios expresivos para trasmitir el dolor de quienes han sufrido los atropellos de las violencias y la guerra, en términos más exactos “darle la palabra al silencio” como afirma el filósofo Galo Bilbao.