Resumen:
Generalmente la vida y la acción del ser humano obedecen a una marcada y preponderante urgencia de lo “necesario”. Desde siempre el hombre ha sentido la necesidad de expresarse y comprender alguna situación en particular, tanto en lo físico como espiritual. Por tanto el trabajo que se ha decidido llevar a cabo surge de manera similar; es decir, el impulso constante por comprender mi propia condición y a su vez establecer cuál es la relación con el medio que me rodea traducida en el paisaje del departamento de Putumayo.
Elementos compositivos como la forma y el color han sido apropiados para este trabajo; es decir, que en sentido absoluto, cada trazo hecho con el pincel, cada parte de la obra corresponde a un punto de vista personal de considerar y percibir el paisaje, y por consiguiente de evidenciar cierta actitud frente a la vida misma convirtiéndose en un relato parcial autobiográfico. En consecuencia, la relación paisaje y pintura ha sido el mecanismo más conveniente para desarrollar este proceso, pues tanto la pintura como el paisaje son constructos que se reflexionan y configuran mediante fases sucesivas e individuales de reconocimiento y percepción, es así como lo pictórico contempla lo vital y el paisaje es el contenedor de la experiencia humana a partir del momento en que se nace hasta el final de los días.