Resumen:
En el presente trabajo me aproximo a una reflexión en torno al acontecimiento como un encuentro que se da con lo imprevisible y que está presente en la experiencia de dibujar y recorrer la ciudad. Por ello, la línea que es una forma básica del dibujo, aparece también como una idea organizadora. Lo que se organiza con la línea es una sucesión de encuentros, producto de los diferentes modos de ver la realidad. Así, la construcción de la imagen resulta de una serie de dibujos que al replicarse están expuestos a cambios fortuitos. Es una manera de trabajar que se hace pertinente como una posibilidad de construcción de la imagen que le da cabida a la intuición.
Entonces la línea permite un encuentro de relaciones entre quien ve y aquello que observa, por lo que la mirada se materializa en una serie de dibujos abiertos a ser reformulados. Así, de manera análoga con la vida, una sucesión de momentos encontrados se convierten en una línea que se traza constantemente. En el trabajo también se han tenido en cuenta algunos casos específicos del campo de las artes de mediados del siglo XX en relación con el recorrido, la línea y el acontecimiento. Es una exploración que no pretende explicar lo visto sino conocerlo en su sentido particular.
La obra se compone de una serie de dibujos que toman como referencia diferentes eventos cotidianos presentes en registros fotográficos que he realizado al recorrer la ciudad. De esta manera lo que retomo son momentos que adquieren otra continuidad en el plano de la imagen. Dicha continuidad se da al redibujar varias veces el mismo momento fotografiado. Se genera entonces un tránsito de momentos encontrados hacia la imagen, en la que surgen distintas relaciones. Por lo que la obra se muestra como un constante boceto que se revalúa una y otra vez.