Resumen:
El desplazamiento forzado genera una sensación de limbo para aquellos que lo experimentan, dejándolos atrapados entre dos mundos, sin sentirse completamente parte de ninguno. Esta sensación se debe en gran medida a que el lugar donde vivimos no es solo un espacio físico para interactuar socialmente, sino también un componente crucial en la formación de nuestra identidad. Las personas se ven forzadas a reconstruir su identidad en un nuevo entorno desconocido y a menudo hostil. La falta de un hogar estable y familiar dificulta la adaptación y el desarrollo de un sentido de pertenencia en el nuevo lugar, lo que puede llevar a sentimientos de alienación y pérdida de identidad. Este proyecto es un homenaje a quienes han tenido que construir nuevos hogares y nuevas identidades en medio de la adversidad. A través de mi obra, busco explorar estos temas, reflejando no solo el dolor de la pérdida, sino también la resiliencia y la capacidad de reconstrucción.